“La gente hace discos tan rapido estos dias.. pero supongo que realmente siento que lo mas importante es hacer algo muy bueno,” dice la cantante Amy Lee, con sus ojos sombreados negros, mientras se reclina en el lounge en la habitación de un hotel de Sydney.
Ha intercambiado su atuendo gótico por un vestido de color rojo brillante. “Lo compré en el mercado de las rocas esta mañana”, dice ella, antes de continuar: “No soy la mejor escritora. No puedo sacar las mejores ideas que sean lo suficientemente buenos. Para mí, va a tener que continuar de acuerdo a todo lo que hemos hecho y superarlo para mantener mi interés”.
En 2003 Evanescence saltó a la fama con su álbum Fallen, ganando dos premios Grammy por “Mejor artista nuevo” y “Mejor Interpretación de Hard Rock”. El delicado piano, matices espirituales y fuertes acordes de menor importancia ha atraído a millones de jóvenes fans, desesperados por el rock alternativo. Según se informa, ha vendido más de 15 millones de copias en todo el mundo.
“Nuestros seguidores han sido un poco más de underground y no somos esa cosa que está en la radio todo el tiempo”, dijo Lee, de 30 años. “Hay un elemento genial y misterioso que va junto con él.”
Nueve años más tarde, su base de fans “underground” sigue tan fuerte como siempre, dice ella. Esto es lo que hace que el éxito de muchos años de Evanescence sea aún más notable. Han sobrevivido a casi una década, pero sólo han lanzado tres álbumes – el segundo The Open Door fue lanzado en 2006.
“Creo que tuvimos mucha suerte con Fallen y tuvo un éxito mucho más grande de lo que podríamos haber previsto”, dice ella. “Me ha brindado la posibilidad de costearme unos cuantos años entre discos para hacer algo verdaderamente inspirador en la próxima ocasión.”
Pero la fama del grupo – formado en 1995 en Little Rock, Arkansas – ha endurecido a Lee.
“Fue difícil para mí al principio”, nos confiesa. “Ya se trate de una relación o lo que estás vistiendo, o cuánto pesas y lo que dije cuando no era mi intención – es difícil estar totalmente bajo el microscopio.
“Pero me siento mejor ahora. Es la confianza y la experiencia y los fans saben lo que somos y eso está bien y si alguien no lo entiende, que se vayan a la mierda.”
El sonido de su más reciente álbum homónimo no es un cambio enorme de Fallen, pero fue más bien un“esfuerzo de grupo”, dice Lee – “imagínate estar casada con cinco chicos sin los beneficios.”
Su cristianismo y la obsesión con la “vida después de la muerte” sigue desempeñando un papel prominente en su escritura también.
“Lo que probablemente quieres decir es espiritual. Para mí es un nivel más profundo del significado de lo que estaría pasando si tu y yo estuviéramos teniendo una conversación”, dice ella, como si hubiese respondido a esta pregunta muchas veces. “Creo que es una parte de por qué las personas se conectan con las letras, porque todo el mundo pasa a través de esa búsqueda.”
Pero podemos esperar otra remontada en seis años?
“Si tiene que ser un álbum de regreso cada vez, entonces está bien, llamenlo así.”
Fuente: Evanescence Chile.
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